Comer en Italia es siempre un placer y, aunque Milán no es una de las ciudades que más destaquen gastronómicamente dentro de Italia, los numerosos restaurantes y trattorias que hay en la ciudad ofrecen excelentes muestras de comidas típicas tanto de Milán y el norte como de otras regiones de Italia. Además de ello, en Milán hay una costumbre arraigada del llamado “aperitivo” antes de cenar o, incluso, sustituyendo a la cena.
El aperitivo
El “aperitivo” es una costumbre bastante social de las tardes de la ciudad de Milán y consiste en que, entre determinadas horas anteriores o coincidentes con la cena, los bares ofrecen un buffet de comida para acompañar las bebidas o los tradicionales cócteles que se pueden consumir. El precio de la consumición, en este intervalo, aumenta algo con respecto al resto del día, pero a cambio se puede comer sin límite y, en muchas ocasiones, sustituir a la cena. También se le conoce como “happy hour”, en un concepto que llama la atención ya que es diferente completamente de lo que se conoce con este término en otros países. Sólo así se explica que, en las cartas, los precios de la “happy hour” sean mayores que los del resto del día, al contrario de lo que podía esperarse.
La abundancia, calidad y precio del aperitivo depende mucho del bar que lo ofrezca. Hay lugares donde el aperitivo no pasa de ser unos frutos secos, grisines o pequeños canapés y otros donde constituye un auténtico buffet de cena con pastas, ensaladas, arroces, pizzas, carnes e incluso algún dulce. El precio de la consumición, evidentemente, varía de la comida que se ofrezca en el buffet y la elegancia y la ubicación del lugar, pero suele estar entre 5 y 10 euros, dependiendo de la bebida que se tome.
Algunas sugerencias para tomar aperitivos con un buen buffet son la Antica Focacciaria San Francesco, en Via San Paolo, cerca del Duomo y el Quadrilatero di Oro y Top Undici, en la Corsa Giaccomo Mateoti, junto a San Babila. Aunque, personalmente, el que más me gustó por cantidad fue el del Blender Bar, en la Piazzale Suse 7 de la zona de Cittá Studi (al este de la ciudad) y me han hablado también muy bien del Deseo, en la calle Corso Sempione 2, junto al Arco della Pace y el Parco Sempione.
El aperitivo es, también, una buena oportunidad para probar los cócteles de la ciudad, muy populares, muchos de los cuales combinan Cinzano o Campari con otras bebidas alcohólicas.
Qué comer
El aperitivo es la gran particularidad de la vida gastronómica de Milán, pero no impide que florezcan bastantes restaurantes en determinadas zonas de la ciudad de todo precio y condición. Por lo general, comer en la ciudad es más caro que en España, aunque todo se puede ajustar eligiendo bien la zona y el lugar.
Los restaurantes suelen ofrecer un menú de dos platos con varias elecciones en el que el primero es pasta o arroz y el segundo suele ser carne o pescado, no obstante, también dan la opción de elegir uno de los dos platos si no se quiere el menú completo. No suele incluir bebidas o postres, por lo que el precio de la comida completa puede ser más caro de lo previsto. También hay buenas opciones de pizzas.
Evidentemente, como en toda Italia, podemos encontrar platos típicos como pastas o pizzas. No obstante, en Milán hay también algunos platos más característicos y propios de la ciudad. De allí proceden el risotto o el escalope a la milanesa, más conocido como cotteleta, que es básicamente carne de ternera empanada.
Incluso la comida rápida tiene un toque bastante italiano en muchas ocasiones, ya que no es difícil encontrar pequeñas tiendas con trozos de pizza o focaccias para llevar.
Dónde comer en Milán
Para comer en Milán hay bastantes opciones, aunque la elección depende en muchos casos de lo que queramos gastarnos. Hay que anticipar que no es nada barato comer en restaurantes en Milán, con algunas excepciones.
Para quienes no tengan problemas de dinero y quieran comer en lo mejor de la ciudad, tienen la opción de varios restaurantes situados en la propia Galleria Vittorio Emanuele II, muy caros. Otra opción es subir hasta la última planta del edificio y centro comercial de La Rinascente, donde se puede comer en el café restaurante con vistas al Duomo.
Para precios algo más reducidos, por la zona de Brera se pueden encontrar bastantes restaurantes de precio medio, como la Pizzeria Sabatini, en Via Boscovich. Cerca del Parco Sempione, encontramos también dos opciones muy locales y de buen precio, una pegada a la otra: La Pizzería Meucci y el restaurante Al bula gió, ambas en la Via San Giovanni sul Muro.
En los últimos años se ha puesto también de moda para cenar la zona de Navigli con sus canales, que es especialmente interesante cuando hace buen tiempo, con terrazas situadas al borde del canal principal. En esta zona hay muchos restaurantes de cocina italiana como la Trattoria Trinacria -en Via Savona 57- o la Osteria Al Pont de Ferr (éste con precio medio/alto), aunque los que están en la calle principal, con el canal, suelen ser algo más caros que los de las calles adyacentes.